Translation missing: es.general.accessibility.skip_to_content
¿Eres una Veterinaria o Pet Shop?
¡Regístrate y obtén descuentos de mayoreo!
Inicia Aquí
Glaucoma en gato: diagnóstico y tratamiento

Glaucoma en gato: diagnóstico y tratamiento

El glaucoma se ha definido como un grupo de enfermedades caracterizadas por un desorden neurodegenerativo de las células ganglionares retinianas y del nervio óptico que conduce a ceguera.

Aunque la etiopatogenia de la enfermedad es compleja, el aumento de la presión intraocular (PIO) se considera el principal factor de riesgo su desarrollo. Para maximizar las posibilidades de que el tratamiento del glaucoma en gato tenga éxito es fundamental identificar el mecanismo y corregir la causa del aumento de la PIO.

Clasificación

El glaucoma en gato puede ser primario (sin otra enfermedad ocular), secundario o congénito.

  • El glaucoma primario felino puede ser de ángulo abierto o estrecho, afecta principalmente a gatos adultos o geriátricos (edad media 10 años), y aunque puede ser bilateral suele tener una presentación asimétrica. En general, este tipo de glaucoma se considera poco frecuente.
  • El glaucoma congénito es raro, aunque se ha establecido una colonia de gatos Siameses en la que se ha demostrado un modo de herencia autosómico recesivo. Estos gatos muestran un glaucoma bilateral de progresión lenta. No se conoce con exactitud la prevalencia de la mutación que lo causa, pero se cree que ha estado presente desde hace muchos años tanto en USA como en Europa.
  • El glaucoma secundario es la forma más frecuente de glaucoma en gato y se diagnostica generalmente en gatos adultos. Más del 50% de los casos son consecuencia de neoplasias intraoculares, principalmente melanoma uveal anterior o linfoma. La uveitis, principalmente la uveítis crónica linfoplasmocítica es otra causa muy frecuente de glaucoma secundario en gato. Aunque muchos casos son unilaterales, pueden ser bilaterales en caso de enfermedad sistémica.
  • Otras causas menos frecuentes de glaucoma incluyen traumatismos, hemorragia intraocular (especialmente en pacientes hipertensos), luxación de cristalino y síndrome de desviación del humor acuoso felino. Además, recientemente se ha descrito una serie de casos de glaucoma en gatos con vitreorretinopatía neovascular y disgenesia del segmento anterior. 

Signos clínicos y diagnóstico del glaucoma en gatos

La elevación de la presión intraocular en gatos no suele dar signos clínicos hasta que es severa. Por ello, la mayoría de los pacientes no son llevados a consulta hasta que la enfermedad ya está muy avanzada. De hecho, hasta un 73% de los gatos pueden estar ya ciegos en la presentación inicial. 

La anisocoria es el signo reportado con mayor frecuencia, mientras que los signos de congestión y dolor agudo del ojo glaucomatoso observados frecuentemente en el perro son raros en el gato. Muchos gatos con glaucoma incluso mantienen buen apetito y un nivel de actividad normal a pesar de la enfermedad. La buftalmia puede ser muy marcada, causando queratopatías por exposición y úlcera corneal. En general, el ojo felino se considera más resistente que el canino a las lesiones glaucomatosas. 

El diagnóstico de glaucoma en gatos se basa en demostrar una elevación de la presión intraocular en un paciente con signos compatibles. Sin embargo, la variabilidad de la PIO y las limitaciones de la tonometría como método diagnóstico hacen que, por sí misma, una elevación de la PIO de modo aislado no se considere suficiente para establecer el diagnóstico y sean necesarios otros hallazgos que lo soporten. Aunque la gonioscopia no se considera imprescindible en la evaluación del gato con glaucoma, puede ayudar a identificar si existe un cierre del ángulo iridocorneal, infiltrados neoplásicos o neovascularización.

Otras pruebas diagnósticas adicionales incluyen serología de enfermedades infecciosas causantes de uveítis en gatos con glaucoma secundario, examen de fondo de ojo para evaluar posibles daños del nervio óptico o retina, ecografía ocular para establecer la existencia de masas intraoculares, y la citología del humor acuoso si hay sospecha de linfoma uveal. 

FÁRMACOS

El manejo médico del glaucoma está basado en la administración de diversos fármacos para el control de la PIO: los inhibidores de la anhidrasa carbónica reducen la PIO y se usan en el tratamiento del glaucoma en gatos. En general se prefieren los de administración tópica (dorzolamida 2%, veces al día o brinzolamida, 3 veces al día) sobre los sistémicos. Aunque pueden causar hipersalivación e inapetencia en algunos gatos, presentan un perfil de seguridad mejor que los sistémicos.

Los β-bloqueantes adrenérgicos (timolol, betaxolol) se consideran poco eficaces para reducir la PIO, y además pueden causar bradicardia y broncoconstricción.

Los análogos de las prostaglandinas (latanoprost, travoprost, and bimatoprost) en general no son eficaces para reducir la PIO en gatos normales, aunque se ha reportado su eficacia en algunos gatos con glaucoma.

Los colinérgicos (pilocarpina) están contraindicados en animales con tendencia a bloqueo pupilar y deben ser usados con precaución en pacientes con uveítis; su eficacia para reducir la PIO es modesta en el mejor de los casos.

Por último, los agonistas adrenérgicos pueden causar una reducción leve de la PIO, pero no es un efecto bien estudiado en gatos con glaucoma. 

En cualquier caso, y sea cual sea el protocolo empleado, debe tenerse en cuenta la dificultad que puede entrañar la administración del tratamiento de modo prolongado y lo que puede suponer para la relación del gato con su propietario.

CIRUGÍA

Diversas técnicas quirúrgicas han sido descritas para el manejo del glaucoma en el gato:

  • La ciclofotocoagulación láser y la ciclocrioterapia se consideran menos eficaces que en el perro y se contraindican en pacientes con glaucoma secundario a uveítis o neoplasia.
  • Por el contrario, la ciclofotocoagulación endoscópica ha mostrado un porcentaje de éxito del 90% en el control de la PIO y preservación de la visión en glaucoma felino.
  • En pacientes con diagnóstico o alta sospecha de neoplasia intraocular, la enucleación o incluso la exenteración son recomendables; la histopatología es una obligación.

Conclusiones

El glaucoma en el gato representa un problema grave. En el momento del diagnóstico debemos intentar encontrar la causa, porque la mayoría de casos de glaucoma son secundarios. El hecho de que las neoplasias oculares sean la principal causa de glaucoma en esta especie hace que en muchas ocasiones nuestro tratamiento inicial sea recomendar enuclear el globo ocular afectado. Si hemos sido capaces de diagnosticar un glaucoma en ojo visual y los propietarios quieren intentar preservar la visión, deberíamos considerar remitir a un oftalmólogo para que estableciera el protocolo de manejo más adaptado a ese paciente.    

 

Bibliografía
1. McLellan GJ, Teixeira LB. (2015). Feline glaucoma. Vet Clin North Am Small Anim Pract; 45:1307-1333.
2.  Maggio F. (2015). Glaucomas. Top Companion Anim Med; 30: 86-96.
3.  Jacobi S, Dubielzig RR. (2008). Feline primary open angle glaucoma. Vet Ophthalmol; 11:162-165.
4. Beckwith-Cohen B, Hoffman A, McLellan GJ, et al. (2019). Feline neovascular vitreoretinopathy and anterior segment dysgenesis with concurrent glaucoma in domestic cats. Vet Pathol; 56: 259-268.
5. Wilcock BP, Peiffer RL Jr, Davidson MG. (1990). The causes of glaucoma in cats. Vet Pathol; 27: 35-40.
Artículo anterior ¡5 consejos para ser un emprendedor más feliz!

Deja un comentario

Los comentarios deben ser aprobados antes de publicarse.

*Este campo es requerido