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Alopecia en gatos: evaluación clínica y diagnóstico diferencial

Alopecia en gatos: evaluación clínica y diagnóstico diferencial

La alopecia en gatos puede definirse como una falta de pelo total o parcial afectando a diferentes áreas corporales, sin que necesariamente existan otros cambios significativos a nivel de la dermis superficial.

El término hipotricosis se usa como sinónimo de alopecia parcial de cualquier origen, pero en su sentido más estricto debería ser empleado como sinónimo de alopecia congénita. De modo muy general, la alopecia puede ser consecuencia de:

  • una alteración en la producción o crecimiento del pelo,
  • de una pérdida excesiva autoinducida (por prurito o desorden psicógeno)
  • o de una pérdida excesiva del pelo ya existente (rotura del pelo, foliculitis o atrofia folicular).

Distintas enfermedades felinas pueden causar patrones alopécicos en base a estos mecanismos.

Evaluación clínica de la alopecia en gatos

Un aspecto crítico en la evaluación de la alopecia en gatos es establecer si la caída de pelo es espontánea o por el contrario es el gato el que se arranca el pelo mediante lamido o por rascado (alopecia autoinflingida). Para ello, resulta muy valioso evaluar el aspecto del pelo al microscopio (tricograma). Es importante establecer si la alopecia es focal o multifocal, difusa o generalizada, simétrica o asimétrica, y qué patrón de distribución sigue, ya que todo ello contribuirá a encontrar la causa.

En cualquier caso, el examen no debe limitarse a la piel, si no que debe hacerse un examen físico completo para valorar la posible existencia de una enfermedad interna. Una vez completada la evaluación inicial del gato con alopecias y en función de cada caso, estarán indicadas otras pruebas diagnósticas como raspados, citologías, determinaciones hormonales o biopsias.

Diagnóstico diferencial de la alopecia en gatos

Las enfermedades que causan alopecia por alteración en la producción o en el crecimiento del pelo son en su mayoría enfermedades hereditarias raras, que están presentes desde del nacimiento y cuyo diagnóstico definitivo se basa normalmente en los resultados del examen histopatológico. En este grupo se encuentran la hipotricosis congénita de los gatos Sphynx, que también ha sido reportada en el Devon Rex, Birmano y Siamés. En estas 2 últimas razas se ha identificado un patrón hereditario autosómico recesivo. La displasia de las glándulas sebáceas causa una hipotricosis progresiva que puede afectar a todo el cuerpo y suele cursar con seborrea leve sin signos de inflamación.

El pili torti (pelo torcido) es otra causa de alopecia por alteración en el crecimiento del pelo. En el tricograma se observa aplanamiento y rotación longitudinal de los pelos secundarios y además cursa con paroniquia y dermatitis periocular y podal.

Por último, los gatos Abisinios presentan una dermatopatía alopécica que afecta exclusivamente a los bigotes y pelos primarios, caracterizándose en el examen tricográfico por la presencia de una inflamación en forma de cebolla en la punta del pelo. 

Diversas enfermedades pueden ser causa de alopecia autoinducida en el gato. En estos casos el primer paso es intentar demostrar si el gato se arranca el pelo por si mismo o no. Algunos propietarios pueden reportar un acicalamiento excesivo, pero para otros el comportamiento puede ser totalmente normal. El tricograma (pelos con rotura distal, presencia de ectoparásitos) o el examen de las heces (excesiva cantidad de pelo) permite establecer si la alopecia es autoinducida. Este tipo de alopecia suele seguir un patrón simétrico, afectando al abdomen ventral, región caudomedial de los muslos y periné, progresando en ocasiones al resto del cuerpo, incluyendo flancos, región lumbar, cuello y miembros. En general la piel no muestra signos de inflamación. Una vez establecido que la alopecia es autoinducida, el siguiente paso sería determinar si el animal presenta prurito o si por el contrario se trata de un problema de comportamiento (alopecia psicógena).

Entre las enfermedades que causan prurito estarían 1) la hipersensibilidad a la picadura de pulga, 2) la dermatitis atópica, 3) la cheyleteliosis, 4) las infestaciones por Otodectes cynotis, 5) la trombiculiasis, 6) la hipersensibilidad alimentaria y 7) la dermatofitosis (la alopecia también puede ser consecuencia de la invasión del folículo por el dermatofito). 

Otras causas menos frecuentes de prurito en el gato incluyen la saculitis anal, foliculitis bacterianas, desordenes seborreicos, síndrome hipereosinofílico, enfermedades autoinmunes, demodicosis, dermatitis de contacto, reacciones medicamentosas o hipersensibilidad a parásitos internos. 

La alopecia psicógena felina responde a un patrón de comportamiento caracterizado por autolamido intenso, con arrancado del pelo y acicalamiento excesivo persistente sin otra causa aparente. Su aparición se ha relacionado con situaciones de estrés reciente o con el padecimiento de otras enfermedades.

La alopecia espontánea puede ser consecuencia del padecimiento de diversas enfermedades, como endocrinopatías (hipotiroidismo, hiperadrenocorticismo y diabetes mellitus), dermatofitosis, demodicosis, efluvio telogénico, desórdenes nutricionales, foliculitis mural mucinosa degenerativa, pseudopelade, alopecia areata, tricorrexis nodosa, reacciones en el punto de inyección, administración de fármacos (algunos quimioterápicos), neoplasias, alopecia del pabellón auricular felino, alopecia post-traumática e hiperplasia de la glándula de la cola. En estos pacientes el tricograma suele evidenciar pelos normales en telogen que se depilan fácilmente. 

Conclusiones

La alopecia en gatos salvo que tenga un origen genético conocido (gatos Sphynx) suele ser motivo de preocupación para los propietarios, que buscan inmediatamente asistencia veterinaria. Encontrar la causa de la alopecia no siempre resulta fácil, porque son muchas las enfermedades que la pueden provocar. Sin embargo, una buena anamnesis y un examen físico completo, así como la realización de un tricograma nos pueden permitir acotar mucho el diagnóstico y las pruebas adicionales que pudiéramos necesitar para hacer un diagnóstico preciso. 

 

Bibliografía

1. O'Dair HA, Foster AP. (1995). Focal and generalized alopecia. Vet Clin North Am Small Anim Pract; 25: 851-870.
2. Auxilia ST, Sinke JD. (2012). An approach to feline alopecia. En Jackson HA, Marsella R (eds). BSAVA Manual of Canine and Feline Dermatology.3rd ed. British Small Animal Veterinary Association: 76-85.
3. Colombo S. (2020).  Alopecia. En Noli C, Colombo S. (eds). Feline Dermatology. Springer: 95-108.
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